Mayordomía en casa de Domina Ghalia

Ser Mayordomo en casa de Domina Ghalia es asomarse a un mundo distinto. Llevo años en el BDSM, pero desde luego, desde que Domina Ghalia me dejó participar en su proyecto personal, puedo decir que, pese a mi experiencia en este mundillo, uno aprende más, y adquiere más perspectivas enriquecedoras.

Y ello siempre le hace a uno reflexionar:

Muchos son los que llegan hasta la puerta de la mazmorra suplicando tal o cual tratamiento. Cada uno tiene una necesidad, una expectativa, un deseo oculto.

Estamos en un mundo que sólo acepta la corrección política más estricta, sus propias normas, la estandarización de los comportamientos y los roles férreamente establecidos. El desahogo tiene que venir de «fuentes autorizadas». Puede ser el deporte, el fútbol, el salir a correr y esas cosas que, sin menospreciarlas en absoluto, no valen para todo.

Cuando existe una necesidad más interior, más «oscura», si la queremos llamar así, y sólo porque no puede salir a la luz normalmente, hay que acudir a un o una profesional de aquello que nos acosa en nuestros adentros. Y ya sea una sesión de spanking, una de dominación o de dog training.

Domina Ghalia y Mayordomo Steward
Domina Ghalia y Mayordomo Steward

Dejar que la sociedad nos imponga sus normas es matar un poco la libertad que todos tenemos para expresar lo que nos gusta y lo que nos gustaría probar. Que el BDSM haya permanecido tantos años en el underground, y sólo unos pocos hayan tenido el valor de intentar normalizarlo, y ahora, merced a las infaustas novelas del tema (de cuyo nombre no quiero acordarme), este mundo ha sentido el escrutinio público y un mayor acercamiento.

Con toda esta parrafada, lo único que quiero expresar es mi alegría. La alegría por compartir con Domina Ghalia su proyecto, con mi amiga, con quien lucho a diario para mejorar nuestros servicios, la atención, los detalles (en él está el Diablo, dicen…), incorporar nuevas cosas, prácticas, abrirnos a nuevos clientes…

Domina Ghalia tuvo un sueño, y en este mundo de tormentas de corrección y de lo socialmente convenido, estamos en su lado oscuro, sí, pero es el lado que todos desean conocer, y que muchos necesitan. Y para ellos, dentro de un rango de prácticas, estamos.