El CBT es el acrónimo inglés que viene a significar «Tortura de pene y testículos». Dicho en plata claro.
CBT es en realidad Cock and Balls Torture y por extensión todo aquello que supone una tortura genital masculina. Es una forma extrema no solo de humillación sino también de dolor y tortura a la que el sumiso pone el límite medido y que la Domina debe tener calculado al milímetro, con su experiencia, actitud y conocimientos.
Ya hablamos en su momento del ballbusting, que entraría como una de las prácticas que se pueden dar en el CBT, aunque hoy nos vamos a referir a la parte de la tortura dentro de esta práctica que tiene que ver con otro tipod de dolor, otro tipo de daño, otro tipo de tortura: la de la denegación, la castidad forzada, la imposibilidad dolorosa de la erección.

Y es que dentro del CBT entran los llamados Chastity Belts, a veces también abreviados como CBT, curiosamente.
Estos aparatos pueden ser del más diverso material y se usan en prácticas de humillación y de intercambio de poder, donde la Domina tiene la capacidad de decisión sobre el sumiso y sus genitales, pudiendo imponer su voluntad al colocar el aparato, limitando así las acciones biológicas del sumiso.
El sumiso se siente desarmado. Ese aparato le limita el contacto con sus genitales, ya no son suyos, y están encerrados dentro de una jaula del más variado material, desde cuero hasta metal o silicona de grado médico, que imposibilitan su contacto para el placer y además es también un método de control de las erecciones puesto que el pene no puede crecer a sus anchas en el interior de este dispositivo. Los más duros tiene púas, como los cilicios, o inserciones uretrales, para torturar más a los sumisos díscolos o especialmente entregados que ven en la cesión de este aspecto de su sexualidad una forma de entrega especialmente humillante a la par que satisfactoria.
Ver a la Domina en plena sesión con otro sumiso y tener un cinturón de castidad, tener los genitales enjaulados y sentir cómo se estrellan al intentar crecer en la erección es un sufrimiento que solo la Domina puede liberar…

Es entrega y sumisión, enajenación de esa parte del cuerpo que queda bajo la perversa voluntad de la Dominante y que puede condenar al sumiso a ir a trabajar y hacer su vida diaria con ese artefacto puesto como recordatorio de su sumisión y su entrega.
Hablaremos más del CBT como tortura, también de los bondage testiculares y otras formas de ser malvada con vuestros genitales… Porque son para eso, una forma más de limitaros y someteros.