Una actividad divertida para disfrutar en pareja y que no siempre tiene que englobar por necesidad el BDSM es el spanking.
Esa actividad de azotes generalmente en las nalgas, pero no exclusivamente, (te lo explicamos en profundidad aquí) puede quedar circunscrita a la intimdad del dormitorio o si se vive en pareja sin más público (demás familia) puede ser divertido llevarlo a otros lugares de la casa.
Obligar a tu pareja a llevar siempre el culo al descubierto y que durante un día no baje del color rosa puede ser tan estimulante como desafiante.
Pero, ¿qué recursos podemos tener para hacer un buen spanking si no tenemos artilugios o instrumentos especializados?
La mano:
Quizás uno piense que es lo más básico que poder usar. Desde luego la mano en sus múltiples técnicas (daría para un post propio) puede ser de lo más divertido. Y bien usada puede dar mucho juego, ya sea en impacto plano o rápido. A los doms uno de los sonidos que más nos gusta es el de la mano impactando contra la piel en el ejercicio de calentamiento para preparar la superficie para las siguiente maldades.
Cinturón:
El cinturón es una herramienta que no siempre se sabe usar bien. Un mal giro o descontrol de la muñeca y puede impactar de lado aumentando mucho más el dolor de lo que se pretendía por lo que deberemos tener cuidado a la hora de usarlo, asegurarnos que no tenga herrajes (a menos que es lo que queramos) y si los tiene que tenga puntas matadas y los bordes sin rebabas. Los cinturones pueden ser muy divertidos ya que valen para muchas superficies como nalgas y pecho, muslos y luego darle otros juegos para ataduras.
Pala:
No, no nos referimos a la pala de nieve que todo el mundo parecía tener guardada para momentos como este nevado enero, sino a la pala mítica del BDSM. Al querer usar la pala podemos encontrar con que no hemos conseguido una que nos guste para nuestro ajuar bedesemero casero y podríamos querer usarla para seguir con nuestros juegos. Pues la solución está en la cocina. Una espátula o cuchara de madera ancha puede servir y tiene una gran superficie natural de impacto, creando unas sensación auténtica y única. Solo tendremos que vigilar que no tenga astillas, que esté bien limpia y desinfectada y ¡presta para la diversión!
Cepillo del pelo:
Al hilo de la pala también podemos recurrir a los cepillos del pelo, sobre todo aquellos que tienen superficie cuadrada y ancha, muchas veces de madera o bambú aunque el plástico también puede servir. Sin embargo los dos primeros materiales que hemos mencionado absorben mejor la cinética del impacto.
Paletas de ping pong:
Otro clásico que además podemos usar en sus dos superficies, la rugosa o la plana según el efecto que queramos conseguir. Las palas de ping pong son resistentes, pequeñas, dejan unas bonitas marcas y además pueden tener un impacto de medio a alto. Solo hay que tener en cuenta que tienen el mango corto.
Zapatillas o chanclas:
Todo un recurso desde tiempos inmemoriales. ¿Qué mejor que una buena tunda con la zapatilla o la chancla teniendo al sumiso en el regazo pidiendo perdón?
Estas son solo unas cuantas ideas sin recurrir al jardín del que sacar ramas, a tiendas de bricolaje donde pedir muestras de madera o suelos vulcanizados. Porque el spanking es tan amplio como quiera la imaginación y la perversión de cada cual.