by Steward Metatron
O con cualquier cosa afilada, agrego yo.

El knife play se considera un juego extremo dentro del BDSM consensual, (hago hincapié en lo de consensual) en el que la parte dominante utiliza dentro de los juegos que se practican un arma blanca, normalmente cuchillo o navaja. Aunque al respecto de qué utilizar eso recae sobre todo en los gustos de cada pareja.

Tiene un componente de tres tipos de excitación:

Por un lado el sonoro: aunque parezca mentira el simple sonido de una navaja «empalmándose», esto es, sacando la hoja bruscamente y chasqueando, hace que muchos y muchas sumisas entren en el rol de inmediato o sientan una excitación fulminante.

Por otro lado tenemos la excitación física por contacto: sentir la hoja fría contra la piel, cómo se desliza de punta o filo (para algunas prácticas se usan filos embotados) y también cómo puede cortar la ropa que lleve la sumisa o el sumiso en esa ocasión sintiendo cómo se quedan expuestos por acción de la cuchilla.

El tercer tipo es la excitación psicológica ya que se puede entrar en el rol de no saber qué va a pasar, dónde se va a posar primero la hoja, qué es lo que van a hacer con nosotros. Esto es especialmente efectivo cuando se combina con las dos anteriores y tienes a la sumisa atada y cegada. Que escuche la hoja al empalmar, que te sienta merodear alrededor, que de pronto note el frío del metal besar su piel y cortar la ropa, pasear por su garganta, apropiarse de ella…

El knife play se considera extremo por muchos por la facilidad con que un accidente puede ocurrir, en el que el más mínimo fallo de control puede provocar un corte. Para algunos a los que les gusta este juego e incluso lo incorporan a un juego de rol (entre adultos, consensuado, en un entorno controlado…) usarán filos embotados dejando la hoja viva solo para cuando se vaya a utilizar para cortar algo como la ropa, un mechón de cabello, una cuerda…

Hay diversos tipos de knife play que van desde el solo sentir la hoja o el filo hasta el que se incorpora a sesiones, por ejemplo, para sacar la cera vertida, acariciar la piel más sensible o incluso cortar cuerdas que aprisionan para dejar a la sumisa sin ataduras… salvo por el «miedo» a la hoja cortante que hará que esté aún más quieta, si cabe.

Este tipo de juego envuelve el escoger siempre la herramienta correcta, que esté afilada (o no) y muy limpia por si concurre un accidente. Tener máxima responsabilidad y control al desarrollar la actividad que vayamos a realizar y por si acaso un pequeño kit de primeros auxilios cerca con yoduro (Betadine), algodón, tiritas, gasas y puntos de sutura (los dioses no lo quieran) adhesivos. Más vale pecar de precavidos.

Siempre jugaremos con pleno consentimiento y nunca incluiremos el knife play sin avisar antes o en una situación de estrés, cuando la sumisa esté en subespace sin previo aviso.

Para juegos más extremos que incluyen sangre o escarificaciones es obvio que una simple sesión de BDSM no es lo adecuado ni debe hacerse en ese entorno ya que estamos hablando de modificación corporal y requiere otro tipo de conocimientos más avanzados tanto anatomía como de cuidados posteriores.

Disfrutado con responsabilidad, atención, cuidado y consentimiento el knife play es una práctica extremadamente erótica, poderosa, sensual y morbosa que puede disparar la excitación… siempre que no te corte. 😉

En próximos post, haré un mini manual sobre knife play.

Saludos hasta entonces.