Ya hemos hablado antes de fetichismos en este blog, tanto de forma general como particular, como los de pies, cuero, lencería y hasta globos.
Pero, ¿qué es un fetichismo y en qué se diferencia de la otra palabra relacionada, la parafilia?
Dice el Manual MSD para profesionales: El fetichismo es una forma de parafilia, pero la mayoría de las personas que presentan fetichismo no cumplen con los criterios clínicos de un trastorno parafílico, el cual requiere que el comportamiento, fantasías o impulsos intensos de la persona provoquen malestar clínicamente significativo o deterioro funcional.
Es decir, fetichismo es todo aquel deseo parafílico que no es lo bastante intenso como para que te llegue afectar a tu vida diaria ni llegue a ser una obsesión grave.
Veamos algunos más además de los ya tratados.
1. Agalmatofilia: Maniquíes de tus deseos
Algunos pueden pensar que las personas son complicadas, por ejemplo y que otras variedades les dan más interés. En este caso, los maniquíes y muñecas son el objeto de la filia de este fetiche.
2. Ursusagalamatofilia: Furros al poder
Con este nombrajo vienen a referirse a lo comunmente conocido como furros, es decir, animales antropomorfizados (o sea, con características humanas) sobre los que se siente atracción.
3. Salirofilia: romper y ensucias
Cuando hablamos de gustos sucios hay muchos. Pero en este caso nos referimos a cuando en el acto sexual nos gusta acabar cual gallina matada a escobazos, con el pelo revuelto, el maquillaje corrido y hasta la ropa rota, en un encuentro duro, pasional y que te deja como hubieras participado en una pelea MMA.
4. Hibristofilia: Amor criminal
No es tan extraño: hablamos de sentir atracción por los «malotes o malotas», delincuentes, gente peligrosa y que transgrede la ley. En el mejor de los casos. Luego los y las hay que sienten atracción por aquellas personas que van algo más allá de la ley.
5. Hematofilia o hematolagnia: la sangre es viiiiida (y sexo)
La atracción por la sangre, su consumo, su sabor, visión e incluso verla derramarse en la propia piel o ajena (de forma segura) es lo que protagoniza este fetichismo.
6. Mecanofilia: Inspector Gadget
Cuando una máquina es el objeto de tu deseo, ver cómo funcionan pistones o máquinas especialmente creadas para dar placer sin ninguna otra intervención humana más allá de usar el mando a distancia lo que nos llevará a cotas nuevas de placer. También tiene un fuerte influencia D/s cuando la domina te obliga a ser el objeto receptor de una máquina… ¿alguien se siente identificad@?
7. Claustrofilia: Amor entre cuatro paredes
Así como existe la claustrofobia –pánico a los espacios cerrados–, también existe su antítesis: la excitación que se logra en espacios extremadamente pequeños. Otra fijación que es más común de lo que cree. Los baños están entre los espacios favoritos de los clautrofílicos.
8. Odaxelagnia: Máscame, que me gusta
¿Te gusta morder a tu pareja? ¿Te excita ser mordido? Si contestaste sí a una de las preguntas, es posible que pertenezcas a este club. Se aclara: no es como la hematofilia, ya que en los casos de odaxelagnia no hay la necesidad de chupar la sangre.
Una pregunta a las personas que tienen como fetiche las corbatas y las uñas pintadas de los pies. ¿ Que tipo de parafilia es ?
Soy un auténtico amante de las corbatas y de las uñas pintadas de los pies. De ahí mi pregunta. Espero su contestación y que me aclaren esta duda.
Mi caso es el de la «zapatillofilia» jajaja, todo el mundo puede imaginar a lo que me refiero , y me parece muy interesante todo lo que se dice en el artículo, gracias.