Uno de los primeros posteos que publicamos en este blog fue este, el de «dominación sensual». Ha pasado tiempo (¡es de 2016!, parece mentira…) y sigo defendiendo lo que dije en él. Creo en una «dominación sensual o erótica», donde conduces al sumiso a través de otras experiencias que rodean al BDSM y que tienen que ver con la excitación tanto como con la dominación.
Una de mis pasiones es el baile, y creedme cuando os digo que se puede aunar todo: BDSM, baile y sensualidad para llevar al sumiso a otra experiencia distinta.
Os lo dejo de nuevo por aquí, más madura, con más experiencia todavía, con mucho mundo a mis espaldas, pero creyendo firmemente ahora y siempre en lo que es la sensualidad.
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Muchas son las prácticas que entran en el BDSM, para todos los gustos y para todos los extremos que puedan desearse y que ayuden a cada persona a realizarse con dichas prácticas.
La dominación sensual es una de ellas.
¿Qué se entiende por dominación sensual?
Imagina el goce de los sentidos. Sentir una presencia mientras estando de rodillas en la mazmorra sientes tu propia vulnerabilidad, tu desnudez, que estás a su merced. Escuchas la música, tu respiración se acelera. Cae la venda, y la figura de la Diosa camina ante ti, subida en sus magníficos tacones plataformados, sus interminables y sedosas piernas, la ropa de encaje que ciñe su cuerpo, y ves cómo se acerca al son de la música. No se trata de un striptease, no se trata de estar simplemente a la espera.
Se trata de la agonía de la provocación, de saber que su cuerpo pese a la cercanía está vedado para ti. Se trata de que a través de olas de sensualidad esa mujer, esa Diosa, será la dueña de tu voluntad y tú estarás a sus pies. Sentirás cada provocación, cada orden, cada caricia suave en tu nuca o en tu espalda mientras ella da vueltas a tu alrededor, mientras hace que te inclines, que beses sus zapatos, que te humilles a sus pies…
En aquel ambiente, en la excitación que empiezas a sentir, en suavidad de la lengüeta de la fusta, que puede ser cruel o excitante, dulce y ácida a la vez.
Esto no es más que puede ser el principio de la dominación sensual, una forma de esclavizarte a través de los deseos, de tu entrega y tu excitación en la que sabes que serás doblegado, humillado, provocado y el deseo será la más poderosa herramienta con la que azotar tu alma.
Y en manos de Domina Ghalia, esa dominación sensual adquiere otro nivel. Tan solo pruébalo, y ponte en sus manos.
**nota aclaratoria: la dominación sensual no incluye de ninguna manera sexo convencional ni la desnudez de la domina.