Algunas veces me han llegado dudas, preguntas, de parejas que están empezando o que quieren organizarse mejor a la hora de hacer sus sesiones de BDSM / D/s en casa o en la mazmorra. Lo cierto es que yo siempre prefiero que una sesión sea algo orgánico, natural, que surjan los distintos momentos y entender la dinámica entre personas para saber qué pide el momento, pero esto lo da la experiencia y, aún así, hay veces que debes partir de una idea de trabajo porque no todo el mundo tiene las mismas necesidades.

¿Cómo organizar la sesión?

Bueno, podemos ver algunos consejos o tips, para hacerlo más fácil.

1. Piensa un tema

Algunas veces tendréis ganas de algo en particular, como un juego de rol, una sesión de spanking, un castigo que ha quedado pendiente de adjudicar, entrenar al sumiso/a o probar algo nuevo.
Pensar el tema de la sesión es saber qué quieres hacer y dónde quieres conducir a la parte sumisa en ella, experimentando y siempre escuchando lo que esa parte sumisa necesita, por dónde van sus deseos e intereses y, cómo no, conociendo los límites que tenga.

2. Ten a mano y dispón del material y el tiempo.

Nada corta más «el rollo» que tener que dejar a la parte sumisa atada y salir corriendo porque te has olvidado una cadena, las pinzas, o la pala de spanking. Asegúrate de tener el material que vas a necesitar a mano y también de controlar el tiempo que vas a usar en ello para poder tenerlo todo controlado y saber que no se te echa encima, que el tiempo se te acaba y estás a mitad de la sesión. Es más importante de lo que imaginas, también para poder establecer el ritmo y calcular los descansos que podáis necesitar.

3. Objetivo de la sesión

Si has pensado el tema, por ejemplo, el spanking, puedes establecer un objetivo: probar tres tipos de palas distintas, llevar a la parte sumisa hasta su tope X veces, siempre con cuidado y responsabilidad; provocar X orgasmos entre spank y spank, alternar X veces en diversas partes del cuerpo… Es una forma de ir evolucionando y probando nuevas cosas.

4. La curva: comienzo, clímax y bajada

A la hora de establecer la dinámica piensa que una sesión es una curva de aprendizaje o de evolución:

Principio

Donde se establecerá la confianza, repetir los límites y señalar qué queremos hacer en esta sesión. No siempre se informará a la parte sumisa, a veces usaremos la sorpresa, siempre conociendo sus límites. Lo ideal es empezar con un ligero calentamiento.
Quizás empezar a calentar las nalgas con las manos antes del spanking serio, quizás provocar y negar un orgasmo para que empiece a estar sensible, o llevar la excitación a un umbral determinado.

Clímax o punto álgido

Poco a poco la sesión empezará a aumentar su intensidad y llegarás a un clímax de prácticas, donde ya los dos lo estéis dando todo, tanto en prácticas como en los objetivos que os hayáis marcado, aunque el objetivo sea algo tan íntimo como una relación sexual o de placer para alguna de las partes. Es posible que en este punto también se produzca la entrada en el subspace.

La salida

Por fin puede venir la bajada desenlace, donde se baja la intensidad y la parte dominante se esforzará en llevar a un lugar seguro, emocional, física y psicológicamente, a la parte sumisa, para hacer las cosas siempre con seguridad y responsabilidad.

5. Aftercare, limpieza y charla

Al final hay que antender a la parte sumisa, sin olvidarnos de que el dominante también puede tener que darse ciertos cuidados. Aplicar cremas o ungüentos en las partes doloridas, expresar emociones, y también, en función de la relación, arreglar el lugar con una animada charla entre ambos (o más de dos, las sesiones son entre tantos como se convenga), y así poder pensar nuevas actividades, comentar qué ha gustado más, con qué nos hemos quedado con ganas, etc.

Estos son unos consejos bastante generales y aunque muchas veces prefiera una sesión más natural y orgánica, siempre puedes ceñirte a estos cinco consejos para hacer una sesión con la garantía de que estás siguiendo unos pasos y que llevará a algo, sobre todo cuando una relación D/s está empezando o se quiere llevar a otro nivel, tanto de prácticas como de intimidad.