Un tema recurrente.
Una cuestión que me preguntan. Nos preguntan.
Un asunto sobre el que siempre hay mucha especulación, malentendidos, presunción y cosas que se dan por hechas cuando nadie se digna siquiera a ir a la fuente requerir su opinión.
¿Puede una Domina enamorarse? De un sumiso, de un perro, de un esclavo, de un sirviente.
Primero decir que asumes directamente que no, nos estás intentando quitar algo: la humanidad.
Y es que las Dominas somos personas, somos humanas. Claro que puede pasar. Y habrá pasado. Y pasará.
Porque nos dediquemos a esto no quiere decir que solo estemos en ello, en el BDSM por puro interés económico. Muchas hicimos de nuestra afición, nuestra profesión. Ya os lo he contado antes.
Y me cito a mí misma:
En fin, no me extiendo más: dado que muchos hablan desde la más completa y cerril ignorancia, como dice mi mayordomo Steward, no vale la pena el ofenderse por semejantes cosas. Porque no saben nada de mí, de cómo y por qué hago lo que hago, de cómo y por qué ofrezco mis servicios y mucho menos de cómo YO vivo este mundo, puesto que, como ya he dicho en más de una ocasión, hice de mi afición mi profesión, tanto la Dominación Femenina como el mundo del fetichismo.
Todo esto viene porque una tarde me llegaron un par de WhatsApps que os pongo aquí debajo:


Hacer este tipo de afirmaciones raya lo ofensivo. Imaginad la cantidad de no solo peticiones de servicios sino también tomándose la libertad de opinar sobre mí, sobre lo que es ser una Domme y lo que sí o no sentimos.
Eso, es pasarse. Tomarse una libertad que no les corresponde porque no nos conocen. Solo pueden elucubrar, pensar y suponer, matizado por vuestros prejuicios y experiencias. Pero no las nuestras.
Y suponer que ese caso no podría darse es descalificarnos como personas humanas. Y es tan triste, como cierto.
Aquí lo importante no es si podría ocurrir, sino que somos humanas, personas, y pueden darse muchos más supuestos. Y que sentimos. Algunas tenemos pareja, las hemos tenido o tenemos una vida más allá del BDSM. Muchas veces con éste presente, más o menos, en ella, pero no por ser Dommes dejamos de ser mujeres con necesidades, deseos, anhelos y nuestras propias experiencias.
Así que dejad de suponer nada. Porque entonces os equivocaréis.