Desde hacía mucho tiempo, casi desde el principio en que entré en el BDSM tanto personalmente como profesional, muchas prácticas que se ven como extremas se van acercando poco a poco. Algunas veces se trata de curiosidad, otras de prácticas cruzadas, es decir, que las ves hacer y otras son aprendidas, como por ejemplo, en mi caso, el uso de agujas.

La cuestión es que de un tiempo a esta parte me estaban llegando peticiones de scat, una práctica que yo no hacía y por la que no sabía muy bien qué sentir. Es decir, no la rechazaba y hasta cierto punto me causaba curiosidad, pero también, como es lógico, nuestra mente tiende a oponerse o a presuponer cosas.

Hace un par de semanas largas que por fin lo he practicado con un par de sumisos que lo solicitaron. No ha sido fácil. Puedo decir que la primera vez no «salió». Más bien no salió como pensaba y no pudo ser, pero me di cuenta de una cosa: todo es cuestión mental.

Nuestra mente domina nuestro cuerpo a muchos niveles y en este caso no ha sido una excepción. La primera vez que lo intenté fue frustrante porque la situación no me resultaba cómoda. Pero después de pensarlo varias veces y formar un núcleo de voluntad mayor, las dos siguientes veces fueron mucho más fáciles. De hecho, para mi sorpresa, mi mente no se salió con la suya en cuanto a preconcepciones.

Tenía la presunción de que quizás la situación, el olor o la sustancia podrían provocarme algún tipo de rechazo. No así la práctica de lo que el sumiso hiciera con ello, sino la situación en sí. Pero no fue así. De hecho antes que rechazo, una vez se produjo todo fue… natural. No hubo rechazo ni mis sentidos se vieron ofendidos. Antes al contrario, fue interesante de ver y sentir, así como de experimentar lo que el sumiso estaba haciendo y cómo lo quería (me lo pidió en un tarro y luego que depusiera delante de él otra vez para hacer su fantasía después).

Todo bien llevado es una cuestión de voluntad y de perseverancia y me alegro muchísimo de haber podido experimentar esta práctica a la que no todo el mundo está abierto ni libre de prejuicios.

Ya está, simplemente quería compartirlo con vosotros.

¿Qué pensáis? Os leo.

Publicado por Domina Ghalia

Domina Ghalia es una dominante profesional que, a cambio del tributo adecuado, puede hacer realidad tus fantasías de sumisión. Normas de la Mazmorra: No Sexo Convencional. No Desnudos.

3 respuestas a «Scat, práctica desbloqueada»

    1. Eres libre de escribir en mi blog tu opinión, desde luego. Lo que pasa es que solo refleja tu prejuicio y la incapacidad de dejar a los demás libres de una opinión tan profunda. No puedo pedir, desde luego, que todo el mundo que se asoma aquí tenga dos dedos de luces, pero sí respeto, porque a lo mejor a otros les dan asco tus gustos y no está a la mínima oportunidad tirándotelo a la cara.

  1. Simplemente como sumiso no me gusta, no lo haría ni aunque tuviera mucha empatia con mi domina. Pero para gustos, a mi me encantan las agujas e inyecciones pero entiendo que también causan rechazo. Mientras sea ssd…

Los comentarios están cerrados.