Fetichismo de bragas, gustos para todo.
Al hilo del anterior post sobre sexualidad kink, englobando también el fetichismo, venimos hoy a hablaros de un fetichismo que no nos es ajeno. Quizás uno de los que más visibilidad, repercusión y casi aceptación tiene es el fetichismo de pies pero los hay para todos los gustos y, entre otros, está este del que hoy vamos a hablar: el fetichismo de bragas.
En este caso nos referimos a bragas pero suele englobar también otros tipos de ropa interior como tangas o bodies, haciéndose extensivo a todo lo que tiene un contacto directo con dichas delicadas partes femeninas. Mayormente. En la mayoría de los casos, que no vamos a discriminar a estas alturas quién lleva bragas y quién no.
La cuestión es que este fetiche, que no es nada desconocido, implica el conseguir esa prenda para disfrute personal con un fuerte matiz sexual de autodisfrute.
No en vano han surgido portales de compra venta de dichos artículos y otros más, relacionados con el olor.
Las bragas como fetiche tienen ese componente excitador de saber quién las ha llevado puestas y el comprador puede solicitar ciertas condiciones sobre ellas, como el tipo de olor que desea, tacto, material y modelos. Siempre acorde a sus gustos y preferencias del fetichista.
Los componentes de excitación son altos: saber quién o cuándo las ha llevado, tener el material entre las manos, conocer la intimidad del olor de esa persona a posteriori a través del objeto, y por supuesto, la imaginación.

El fetichismo de bragas es tan potente como puede serlo cualquier otro, siempre teniendo en cuenta que la adquisición del material es el mayor escalón para la realización del fetiche. Pero no es nada a lo que Internet no le haya puesto ya remedio con una serie de portales altamente especializados en este tipo de fetiche y que abarca, después, mucho más.
De hecho hay personas muy especializadas en realizarlo y convertirse en proveedoras de ese material concreto con ciertas garantías. Por ejemplo, una braguitas pueden aumentar de precio sobre su base dependiendo de lo que se haya hecho con ellas, como actividad sexual, periodo de tiempo puestas o ido al gimnasio.
Hay personas que discurren por el fetiche con alta atracción por las de lencería mientras que los hay que las preferirán más normales, de algodón o incluso con algún patrón. Es como un capricho gourmet muy especializado dentro del propio fetiche.
Por supuesto tiene mucho que ver tanto que sea una prenda íntima como con la presencia de feromona en esa ropa interior que algunos encuentran altamente atractiva para su propio disfrute.
Dicho todo esto del fetichismo de bragas: disfrútalo si te gusta, porque todos tenemos en mayor o menor medida nuestro fetiche.
Todos los amantes de este tipo de fetichismo, entre otros, se encontrarán sorpresas próximamente en el proyecto que estamos desarrollando en Dominación y Fetichismo.
Una variación del fetichismo de bragas, como dato adicional, se puede encontrar también en la combinación entre el fetishismo puramente sensorial, como el que describes aquí, y el fetichismo de bragas aproximado a lo que yo llamo semi-crossdressing. Ejemplo: tu Ama ha estado vistiendo Sus bragas por un período indeterminado de tiempo…Pero ha decidido que se las quiere quitar para que tú las uses debajo de tu ropa, en vez de tus briefs…La idea de que te vas a trabajar, a tu oficina, o a donde sea, vistiendo las bragas de tu Ama, o tu esposa, o tu novia, o quien sea según el caso, debajo de tu vestido, o tu ropa de trabajo, sin que nadie se de cuenta, pero que tú sabes que están ahí, porque las estás sintiendo, te puede excitar tan o más que si las tuvieras puestas sobre tu cabeza…La sensación de saber que Ella ha dejado ahí Sus feromonas y Sus fluidos, para que se mezclen con los tuyos, durante el día en tu trabajo..La idea de que Sus bragas envuelven tus genitales y producen todas esas sensaciones, muy probablemente te mantendrá erecto por la mayor parte del día, pero sin poder hacer nada con esa erección…
Esa puede ser una variación del fetichismo de bragas…también bastante fuerte…