Hoy os traigo un post un poco distinto, es una de mis fuentes de curiosidad en las que me cuesta normalmente aceptar las cosas «porque sí», sino que me gusta indagar a veces un poco de más para poder usar las cosas, términos, objetos o palabras con fundamento.
A colación de una conversación reparé en el término «domina» (sí, yo lo uso sin tilde aunque en español iría tildado, pero lo hago para facilitar las cosas con la clientela extranjera), que aunque tiene un origen muy obvio, he querido remontarme un poco al origen inicial del término.
«Domina» proviene del latín «domus», casa, y por extensión es el femenino que indica «dueña o ama de la casa». Pero no solo eso. Proviene también de Dominus, que es el masculino y que incluye las acepciones de «maestro», «dueño» y «señor».

Aquí tenemos entonces que Domina se convierte en una acepción que se traslada en el tiempo, después de pasar por la significación medieval de «señora», (no olvidemos que en la Edad Media seguía existiendo la esclavitud y no era algo raro). Es a partir de los años 50 cuando el término empieza a caer en el ámbito de lo underground donde ya toma el papel y significado del rol dominante femenino en el FemDom.
La Domina es la Ama, la Señora, la Diosa, Mistress, pero también es la Maestra, la Cuidadora, la Educadora, en su papel exigente, pero también de Guía hacia las prácticas y los objetivos que sumiso y Domina, se fijen, para alcanzar mayor realización personal en una relación tanto personal como en las profesionales.
Una Domina, Ama, Señora, Domme, Diosa, siempre tendrá la cualidad de poder sacar lo mejor del sumiso, a veces comprendiéndolo profundamente y sabiendo qué quiere antes siquiera de que él lo sepa, solo viendo y experimentando, unido a su instinto y su experiencia, cómo evoluciona el sumiso o esclavo en sus manos.
Me encanta todo lo que dice siempre Dómina Ghalia, sobre todo esto
«La Domina es la Ama, la Señora, la Diosa, Mistress, pero también es la Maestra, la Cuidadora, la Educadora, en su papel exigente, pero también de Guía hacia las prácticas y los objetivos que sumiso y Domina, se fijen, para alcanzar mayor realización personal en una relación tanto personal como en las profesionales.»
Es imposible definir mejor lo que yo esperaría de una Dómina, alguien a quien servir, pero que a su vez me entienda, me saque lo mejor de mi mismo, que me eduque y que me exija, y que para ello me discipline para sacar lo máximo de mí, que no es otra cosa, que lo mejor para Ella.
Gracias Ghalia.