Dog Training

El Dog Training es una prácitca dentro del BDSM que auna las prácticas de sumisión con el juego de rol.
En ella, el sumiso adopta el papel de perro, una suerte de transformación pactada donde la parte dominante lo tiene que educar y entrenar como tal, premiándolo y castigándolo.

Por supuesto, al estar dentro del ámbito del BDSM tiene también un componente sexual, relacionado muchas veces con la castidad (a muchos se les puede poner un CBT), la sodomización (las colas de silicona o PVC suelen ser plugs anales), y la privación sensorial, poniéndoles guantinas o guante de perro y máscara, lo que les hace entrar aún más fuertemente en esa naturaleza canina que los posee durante este juego.

Al mediar el BDSM, pueden ser castigados con lo habitual: tortura de pezones, azotes, fusta, spanking, latigazos o un rato en picota, cepo o cruz de San Andrés, para que corrijan esa conducta que su entrenadora no quiere que continuen.

El asunto de la comida es más peliagudo. La comida de perros no es de consumo humano y, aunque puede ser motivo de humillación obligarlo a comerla, debe ser en poca cantidad para no provocar molestias ni efectos secundarios.

El componente de humillación se mezcla con el de sometimiento al obligarlos a beber de un plato de perro, a veces atados a la pata de una silla o mesa, o también al lavarlos cual perro: con una manguera y agua fría, si las instalaciones lo permiten.

Realmente el Dog training tiene un compontente interesante y excitante, y algunos clientes tienen muy clara qué parte quieren disfrutar de esta variante del BDSM profesional tan atractiva y divertida si se sabe hacer de forma seria y profesional.

Existe una variante que encuentro personalmente adorable: el pet-training; donde el rol asumido es el de un cachorro al que consentir y educar, al que llevar de la correa y enseñar lo que queremos que haga y cómo se deberá comportar.

En el Dog Training cabe todo tipo de fetichismos: fetichismo de pies donde el perro deberá lamer y honrar los pies de su Ama; la humillación de las formas que ya he explicado; la denegación de orgasmo y el celibato, fetichismos de contención e intercambio de poder donde la Domina te exigirá, perrito, que obedezcas, porque tu cuerpo no es tuyo, es el juguete de la Ama… Y tantos otros que sólo dependen de la mente oscura y deliciosamente perversa de la Diosa a la que os sometáis.