A continuación os dejo un texto que me hizo llegar uno de los sumisos que atendí hará un par de meses. Fue una experiencia intensa, larga y muy realizadora, y ahora, os dejo, en una serie de cuatro partes, lo que me ha hecho llegar por correo, con sus impresiones. Así podréis tener una visión ajena, de un cliente real y con mucha experiencia.
Traducción de Steward Metatron.
ASEO, esclavo. Introducción.
Soy un hombre escandinavo, que frecuenta la Costa del Sol.
He tenido muchas malas experiencias con dominas, pero con Ghalia ha sido la excepción. Ella se hace llamar “Diosa”, y realmente tiene el aspecto de una princesa. Pero si la convences, se puede convertir en un verdadero demonio. Lo mejor es hablar español para estar con ella, pero es interesante también probar sin conocer el idioma.
Hice cuatro sesiones con Ghalia, y dos internamientos de 48 horas. Fueron grandes experiencias, desenvolviéndose desde lo duro y ligeramente erótico y dominante, hasta momentos largos de verdadero bondage sin piedad, pero con mucha experiencia y privación sensorial.
Y aunque fue doloroso en algunos momentos, no tuve éxito al pedirle que me hiciera marcas de larga duración. Ello se debe a que Ghalia es extremadamente profesional y cuidadosa, y una parte de pleno derecho de la escena del BDSM. Es muy cuidadosa y con muchos conocimientos, pero tras unas cuantas sesiones y confianza puedes convencerla para que sea más extrema en las prácticas.
Mi experiencia detallada
El trasfondo
Después de cuatro sesiones de larga duración con Domina Ghalia me veo abocado a escribir mis emociones e impresiones a cerca de esos momentos pasados con ella.
Como he dicho, soy un hombre escandinavo de 53 años, que pasa largos periodos en la Costa del Sol. He sido un sumiso en activo desde hace 25 años, y tengo bastante experiencia en unas cuantas cosas de este campo y modo de vida.
Independientemente donde haya estado viviendo (me he mudado a menudo), siempre he intentado tener una relación privada de pago en este campo, pero no tuve éxito en mi estancia en la Costa del Sol.
Por lo tanto, me dediqué a mirar los anuncios de profesionales, pero sin mucho entusiasmo: en el 90% de los casos no son gente que profesionalmente tengan inclinación real hacia el BDSM, excepto quizás un poco de curiosidad; esto hace que rara vez entiendan lo que el cliente quiere, y tienden a intentar acabar el trabajo lo más rápido posible. En un juego donde (en mi opinión), el orgasmo no es lo más importante, pero durante el proceso, la visita profesional que lo fuerza acaba destruyendo la sensación de bienestar que produce la sumisión en lugar de alargarla.
Esto es por lo que el tardo tanto tiempo en seleccionar una domina para una sesión de BDSM, y para decidirme por una profesional suelo seguir y comparar sus anuncios (la mayoría suelen tener muchos anuncios distintos con sus servicios), y es muy fácil dejar de lado a aquellas que falsean su edad y ofrecen distintas cosas además del BDSM. Es normal mentir sobre el tema de la edad, pero si la mentira es demasiado flagrante, probablemente mientan sobre más cosas. Y lo que uno busca en este ámbito, es compromiso. Y como todo en esta vida, si quieres un el mejor servicio, vas a un especialista. Así que, cuando terminé de buscar, me decidí por Domina Ghalia.

La Domina
Como dije, se hace llamar “Diosa”, pero me reafirmo en que es una princesa: una mujer que espera que los hombres caigan de rodillas a sus pies y las adoren, solo por el hecho de ser mujer. Sé que a muchos sumisos les gusta la adoración del ideal femenino poderoso. Pero yo buscaba algo más perdurable, más agresivo. Y ella está a la altura. Aunque experimenté la parte de la princesa en las tres primeras sesiones, no se dejó nada para la cuarta sesión, de la cual habíamos estado hablando previamente. Y donde antes había contacto visual, sonrisas dulces y provocadoras y una actitud flirteante, se transformó sin duda en una malvada bruja.
Ella dice tener 27 años, pero según mi opinión podría tener 25, y posee una bella aura Latina. Tiene inclinación por vestir de látex y cuero, y es obvio que lo adora.
El idioma es español, solo español, y el mío es rústico, básico, pero nos entendimos. En mi roto español escribí tras cada sesión lo que sentía y esperaba. Y ella obviamente lo leyó y comprendió todo. Si alguien no habla español, creo que es una buena experiencia ser dominado en un idioma que no es el tuyo. Además, ella es una inquisidora compulsiva, te pregunta por tus sueños, tus deseos y los teje en una telaraña a tu alrededor, y eso va más allá de usar solo el traductor de Google. Eso es talento.
Después de esta introducción, os contaré mi experiencia con ella en el próximo post.
Pues las cuatro sesiones que tuve a sus pies fueron a cual mejor, intensas, increíbles.
soy un señor de 52 años y me gustaria ser tu perro fiel y que me insultes,bofetees,escupa y te rias de mi lamer tus preciosos pies mientras me insultas beber tu lluvia dorada o plateada ser humillado por ti delante de tus amigas dispuesto a todas tus fantasias y ser dueña de mi lengua.me gustaria que me insultes cuando me conteste mi ama y señora a tus pies mi ama tu perro fiel
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