La tercera sesión

Probablemente sería un cliente fijo de Ghalia si viviera más cerca, pero desde el lugar donde estaba, me llevaba cerca de tres horas llegar hasta la casa de Ghalia por transporte público, así que me llevó cerca de un mes volver, pero esta vez fue para una estancia de 48 horas, un internamiento.

Consentí en sesiones reiteradas con retenciones, servicio doméstico y pasando la noche en una jaula, siendo usado repetidamente como “toilet slave”. También, en las condiciones, ella podía exhibirme ante cualquiera, y usarme en sesiones con otros clientes, lo que encontré extremadamente humillante. Además, fui exhibido, forzado a ayudar en diversas ocupaciones a algunos trabajadores en su casa, obviamente desnudo y con el cinturón de castidad puesto. Fui obligado a chupársela a un cliente, el cual, además, después me azotó junto con Ghalia, (que controló el proceso (otra cosa que te hace sentir a salvo en sus manos). Todo ello lo convertía en una experiencia más y más humillante, lo que era una de los puntos de mi visita.

esclavo ayudando

El cambio entre una sesión de tres horas y una de 48 es enorme. Realmente puedes sentirte un esclavo. Fui azotado y torturado repetidamente, incluso mientras hacía mi trabajo doméstico (aunque, de nuevo, no hubo marcas). Su técnica es fantástica y la entiendo, aunque yo se las  hubiera pedido. Lo mismo me ocurrió con la experiencia del aseo humano: bebí tanto que en algunas ocasiones incluso vomité para beber más, aunque en mi fantasía hubiera preferido ser forzado a ello, y que ella orinara en mayor cantidad sobre mí. Pero, de nuevo, vi que ella tenía razón. Nosotros venimos con un montón de fantasías en la cabeza pero luego la realidad al cumplirlas a veces decepciona. Así que entiendo su punto, lo inteligente de su postura de ir de menos a más. Aunque yo prefiera secretamente un poco más de locura a veces.

Fui encerrado varias veces mientras Ghalia tenía otros clientes, pero los descansos entre las sesiones siempre eran rellenados con algo de charla (como buenamente podíamos), mucho masaje de pies y contacto visual erótico. Al final de la sesión, después de esos días bajo su poder, me estaba enamorando de Ghalia. Llamadme raro, pero no es lo que estaba buscando. Incluso cuando ella no actuaba como una princesa, el contacto directo era demasiado emocional, más de lo que yo buscaba. Y no deseaba enamorarme de una profesional. Es demasiado caro. Pero sí, quedé muy contento, tanto durante la sesión como después de ella.

Eso dio pie a las condiciones de la cuarta sesión…

Publicado por Domina Ghalia

Domina Ghalia es una dominante profesional que, a cambio del tributo adecuado, puede hacer realidad tus fantasías de sumisión. Normas de la Mazmorra: No Sexo Convencional. No Desnudos.