Los juegos con cera en BDSM, que también los puede haber en cualquier otro ámbito adulto de juegos consentidos y aceptados por ambas partes, son una de las prácticas para la que hay que prepararse, nada de probar de entrada, pero que resultan, al final, extremadamente placenteros… y torturantes a la vez.
Los juegos con cera en BDSM persiguen una finalidad que tiene que ver con un doble motivo: por un lado la provocación y la sensualidad, el sentir la cera caliente caer en algún punto que no ves (normalente se realizan con la parte sumisa vendada) y también con la de torturar y castigar, puesto que puede implicar aguantar dolor (para los más masoquistas), la tortura erótica puesto que no sabe dónde le va a caer, y también, para los y las más sensibles, la gestión de ese dolor. El sumiso se agita, trata de evitar que le caiga, aun a ciegas, y para la parte perversa y dominate esta es una de las partes más divertidas de los juegos con cera en BDSM ya que ve el esfuerzo que hace el sumiso por intentar liberarse (también se puede jugar a eso, a que traten de escapar de las ataduras mientras la cera cae).
Lo importante a la hora de llevar a cabo este juego de juegos con cera en BDSM es tener en cuenta varios factores:
La cera no debe tocar nunca las mucosas.
Sí, todos hemos visto videos y fotos de velas metidas en ciertos orificios, de cera cayendo en ciertas partes blandas y como un factor de tiempo… pero seamos responsables. Esas cosas se hacen muchas veces con finalidad de fotografía, o por gente con unos límites muy altos, profesionales o parejas que se conocen muy bien. En el BDSM profesional algo así se haría con mucho trabajo y muchas sesiones de conocimiento de ambas partes para poderlo hacer de forma segura y responsable, llegado el caso.
Las partes «no prohibidas» serían todas aquellas que representen una amplia superficie: pecho, vientre, piernas, nalgas, manos, incluso pezones para los que tengan una sensibilidad media o una entrega superior y quieran entregarse a ello (la dominante es quien ponderará si es procedente hacerlo. Una cosa es que el sumiso quiera y otra que su piel sea demasiado sensible y deje marcas o quemaduras incluso con las velas más blandas).
El tipo de vela
Para los juegos con cera en BDSM la finalidad es llenar el cuerpo de motas, hacer que la cera caiga, se acumule, queme levemente (no deja marca, y en las pieles más sensibles pueden aparecer pero pasan rápidamente). E incluso encerar partes del cuerpo algo más sensibles y después aplicar otros juegos ahí.
Quienes hacemos juegos con cera en BDSM profesionalmente solemos comprar velas especiales, que si bien son algo más caras tienen un equilibrio de temperatura/fusión más estudiada. ¿Por qué digo esto? Porque las velas de parafina son las más usadas, son las blancas que se pueden comprar en cualquier lado. Su punto de fusión es bajo y, aunque estan muy calientes al caer, se enfrían muy rápido y la sensación es intensa pero corta. Por el contrario las velas de miel y similares tienen un punto de fusión más alto y al caer permanecerán más densas y más calientes mucho rato y pueden producir quemaduras si no se gestiona su fluir adecuadamente.
Lo esencial en los juegos de cera en BDSM a la hora de usar la precipitación es que la vela esté entre 15 y 25 cm de la piel. Cuanto más alta, más fría caerá (apenas un grado o así) y produce una sensación muy distinta desde más altura y su dispersión es mayor al abrirse la gota en el impacto contra el cuerpo. Las de miel por ejemplo no se abren tanto y pueden enfriarse levemente.
Prácticas seguras
En el caso de que nunca se haya experimentado se puede hacer una práctia de juego con cera en dos tiempos, que viene a ser interponiendo una superficie entre la gota y el cuerpo. Algunas prefieren usar film transparente, por ejemplo, porque no está en contacto directo con la piel, y se pueden dar varias capas. Sobre todo para irlas retirando conforme se va probando.
Yo por ejemplo, una práctica que he utilizado es el dos tiempos intermediado con una cuchara o una superficie que hiciera descender un poco la temperatura antes de caer, para casos donde el sumiso es muy sensible y primerizo, dejando el contacto directo para los más duchos y adelantados.
¡Espero que os haya gustado!