La psicología de la mujer es abismalmente diferente a la del hombre para muchas cosas, eso es algo que se puede observar fácilmente. En un entorno de BDSM profesional que conlleva el FemDom bien llevado el tributario que llega hasta mi puerta suele ser masculino en el 98% de los casos. Solo en algunos más excepcionales llegan mujeres sumisas interesadas en sesionar o ser usadas en mis sesiones.
Este es el caso que os presento, donde esta sumisa además, me resulta de tremenda ayuda para algunas de esas sesiones. Ella tiene unas necesidades que se acuerdan previamente conmigo, y cuando el sumiso entra en la mazmorra, se ponen en juego.
¿Para qué me puede servir una sumisa entrenada en mi mazmorra?
En primer lugar porque es un factor que me permite crear nuevas situaciones en la mazmorra, en las sesiones. Ella tiene unas necesidades, busca humillación, servicio, sumisión. Yo se lo doy, y busco nuevas formas de hacerlo, además.
Se convierte en mi asistente en la mazmorra. Hace lo que requiero mientras otro sumiso está a mis pies, acatando mis requerimientos.
Es una seguna mano que puede azotar, castigar y humillar al sumiso si así se lo ordeno. Imaginad que esto además, tiene un doble componente. Humilla más al sumiso puesto que ya no es ni la domina quien lo toca: es la esclava de la domina quien lo castiga. Ni para ser castigado por mí, vale, el poca cosa de ese sumiso.
Aporta y colabora. En fantasías diversas los sumisos a mis pies quieren ser humillados en situaciones en las que dos mujeres hablan de él. A veces se llevan a cabo sesiones de juego de rol donde la sumisa interpreta a la novia del sumiso y yo lo dispongo todo para que hablemos de indidelidades, de impotencia y humillando al sumiso. Ella me cuenta sus hazañas sexuales con otros y juntas castigamos mientras tanto al sumiso que, totalmente humillado, atado y a nuestra merced escucha nuestras risas, nuestras historias y nuestra maldad.
Fines sexuales. Como sabéis la domina de este lugar, o sea, yo, nunca, NUNCA, mantiene relaciones sexuales con los sumisos. Eso es algo que está fuera de toda duda. Pero en ocasiones dispongo torturas sexuales y humillación tanto para un sumiso como para la sumisa. Siempre de manera acordada y totalmente consensuada entre adultos que saben a qué van.
Una sumisa da mucho juego en la mazmorra, y desde luego, el sumiso podrá pedir su presencia, si la quiere. Es una experiencia que no olvidará facilmente. Tenéis mi malvada palabra de Domina.
¡Nos leemos pronto!
Buenas noches señora…me presento…soy sumisa con Amo de Malaga…mi Amo me ha mandado que busque mazmorras para sesionar con él en principio sola y conocer a sumisas para jugar con él.
No he visto el horario de la mazmorra ni los precios..podria informarme por favor??un placer,gracias.
Buenas tardes.
Te paso la web. Atrévete.estudioghalia.com
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