Hay momentos en que las sesiones de BDSM aumentan de intensidad. Momentos en los que la propia sesión trasciende. Es raro que se de en una primera sesión, así de entrada, muy raro salvo que el sumiso en sí venga muy sugestionado.
Pero en relaciones y en circunstancias profesionales en las que hay un trato más continuado, sí puede darse el hecho de que la parte sumisa, por su gran entrega, alcance lo que se llama un «estado alterado de conciencia». Me explico.
E término que se usa en BDSM es Subespace, que se refiere a ese momento en el que la mente del sumiso viaja, se evade, se disocia del cuerpo. A algunos les pasa cuando el dolor se vuelve muy intenso y tienen un componente masoquista. A otros les ocurre cuando las prácticas continuadas los están llevando a su límite y su mente lo que desea es evadirse totalmente, entregarse a las sensaciones y «dejar de pensar», solo sentir.
¿Qué se siente en el subespace? Todo y nada. Es una entrega absoluta y una disociación. PAra muchos y muchas es un momento en el que la entrega a la dominante o al dom es total y puede hacer lo que guste sin ningún impedimento. Es un estado placentero, eso sí, que permite al bottom experimentar lo que sería carecer de voluntad puesto que toda reside en el dominante en el que tanto confía. Algunos dicen que es como flotar, otros que no sienten el cuerpo y otros además que solo entra en su mente las órdenes de la dominante y que harán lo que sea.
Alcanzarlo es muy difícil, no está hecho para todos y no siempre se puede, ni siquiera los que lo han experimentado, obtener en todas las sesiones sino que es producto de la entrega constante, la confianza absoluta, la mezcla entre adoración, dolor, en algunos casos y tensión física. Tiene un componente hormonal, por supuesto, pero también psicológico, y es uno de los momentos que más realiza tanto a dominante como dominado dado que es un momento de máxima entrega por ambas partes. Fijáos si es intenso que muchas veces se produce sin orgasmos, es una cuestión mental y física que lelva la relación de BDSM a otro nivel.
¿Qué hacer si tu sumiso alcanza el subespace?
Lo primero no entrar en pánico si nunca lo has visto. Puede ser normal que ho haga contacto visual, que la mirada aparezca vacía puesto que está en el equivalente a un «trance». Su respiración puede ser corta y rápida, y es posible que muestre algo de laxitud, es decir, que no tenga un control físico total.
Psicológicamente estará evadido así que es muy posible que haga todo lo que le pidas mientras se encuentre en ese estado, así que cuidado con lo que pides.
Hay que ser muy consciente del momento. Nunca dejar solo al sumiso en subespace, no pedirle nada que normalmente no haría estando consciente.
También hay que ayudarlo a salir, normalmente con un descenso de la actividad que se esté llevando a cabo, de ahí que siempre que vayáis a acabar una sesión repitáis algún gesto contreto como darle una palmada en la cabeza, en la frente, usar una frase concreta. Eso puede ayudar al sumiso a salir, a «retornar» de ese estado alterado sin perjuicio.
Es normal que requieran un breve tiempo para «volver», y que sus pensamientos sean confusos. Es parte de la resposnabilidad de una buena dominante supervisar ese momento, no dejarlo, darle un poco de agua y tiempo. También supervisar ejercicios respiratorios para que se acompase, que las respiraciones sean profundas, conteniendo unos segundos la respiración, hasta que vuelva a situarse. Preguntarle si sabe dónde está y si se ubica bien.
Pero sobre todo, cuando se produzca: disfrutadlo.