by Steward Metatron
Vale, no es la premisa más original del mundo, la verdad. Pero no creáis que es una pregunta tan desacertada. Hay muchos matices en el BDSM y todos hemos empezado alguna vez. El BDSM se puede antojar como un océano de prácticas distintas, muchas de ellas con nombres distintos, nombres en inglés, nombres en español, nombres comunes para prácticas similares pero con matices, nombres poéticos o nombres más mundanos. Puede parecer que si no dices Top/bottom y dices Dominante/sumiso estás anticuado; puede parecer que molas más o es una práctica más compleja si dices human ashtray en lugar de cenicero humano, pero en realidad hablamos de lo mismo.
La pregunta de «¿Cómo sé si me gusta el BDSM?» es respondida por muchos con un «es algo que se sabe, va por dentro, lo reconoces, te excitas, blablablabla». Mi respuesta suele ser decir «probándolo con alguien de tu confianza». Y no por probarlo tiene que incluir directamente una práctica sexual. Pese a que el BDSM tiene esa connotación entreverada en la práctica puede darse también sin practicar sexo, todo es cuestión de perspectiva.
Saber si te gusta el BDSM es un trabajo en sí, un trabajo de investigación, conversación, de dejarse tentar y también de estar dispuesto con una mente abierta a experimentar. La confianza, como he dicho más arriba es esencial, puesto que tanto el dom como el sumi tienen que confiar en la otra parte y proyectar esa confianza. A partir de ahí es construir y consensuar.
Encontrar las prácticas adecuadas
Hay muchas, innumerables, y ambas partes tenéis que encontrar las que os gustan. Incluso si solo sois una de las partes y estáis buscando a la otra, investigar y tener en cuenta qué os gusta, excita, qué queréis probar y hasta qué grado, para empezar, ya son pasos para adentrarse en este mundo que, de manos de la compañía adecuada, no os defraudará.
Cómo saber si eres sumiso/Dominante, o incluso switch
Es más difícil de lo que parece, si no tienes ya la actitud de base porque sea algo con lo que fantaseas desde hace tiempo, o porque no encontraste el BDSM a tiempo. Pero experimentando, poniéndote en el papel, encontrando las guías que necesitas, porque nadie nace sabiendo. Puedes preguntarte qué tiene que hacer un/a Dom en una sensión, hasta qué punto entregarte como sumi, o cómo va eso de hacer una sesión, pero realmente, por mucho que leas, hasta que no lo pruebes y no una sino varias veces, no sabrás lo que se siente y empezar, relamente a desarrollarte.
Nadie nace sabiendo
Y esto es una verdad. Nadie nace sabiendo cómo actuar como cualquiera de las dos partes de una relación D/s, se aprende. Otra cosa es la tendencia que tengas. Pero a lo largo de lo que pruebes en el BDSM encontrarás unas prácticas, luego otras que te interesan y definen mejor, y hay mucho que aprender. Incluso un/a Dom con experiencia sabe que cada sumi es distinto y tiene unas necesidades, sensibilidades y tendencias distintas, y es un ejercicio de empatía averiguarlo, e igual en la otra parte pues de un dominante a otro puede haber un mundo y tienes que aprender qué, cómo y cuánto le gusta de cada cosa porque a lo mejor lo que satisfacía a una dómina anterior no satisface a esta.
Sin duda el BDSM es algo que favorece el autodescubrimiento de una forma sana y consensuada, donde nos ponemos en manos de otra persona y se establece un lazo de confianza y de estudio mutuo y del propio BDSM.
También, a la hora de probar cosas, quizás no siempre dispongamos del lugar adecuado, cosa que a parejas que empiezan, suele pasarles, o a lo mejor se quiera disponer de un lugar preparado ya para estas prácitcas. Aquí interviene Rincón de Libertad, donde se han reabierto las mazmorras al alquiler, tanto la de parejas como la profesional, con todo lo que podáis necesitar.