Es un gaje del oficio, qué le voy a hacer, pero no por ello, por dedicarme a lo que me dedico como profesional del BDSM, tengo que aguantar una y otra vez los embites de los pesados.

Es inevitable que mucha gente se interese por mi trabajo, tanto por curiosidad como por contratar esos servicios: quieren venir a mi mazmorra, quieren recrear una fantasía… por mí perfecto. Ya lo he dicho muchas veces: hice de mi afición mi profesión. Y lo mantengo, no me he arrepentido en todo este tiempo.

Sin embargo uno de los aspectos con los que debo lidiar, y seguro que mis compañeras y compañeros de profesión también, es el de los «pesados». Si quieres mis servicios o informarte, (pese a la gran cantidad de información que hay en mis webs), vale, te lo concedo, es lo menos. Pero lo que llega a ser intolerable son los que van y pululan por todas mis redes dejando los mismos mensajes, insistiendo, pidiendo más y más información, saltando de una red a otra: que si WhatsApp, que si Telegram, Instagram, Twitter… Empalmando las conversaciones en un lado y en otro hasta hacer un lío cualquier conversación fluida.

No tengo mucho tiempo para conversar, entre la productora y las sesiones, además de las salidas como la que hay proyectada en agosto a Madrid, y contesto los mensajes todo lo rápido que puedo y el tiempo me permite, pero siempre enfocado, educadamente, sí, pero como un negocio. No puedo chatear, ni mantener conversaciones porque el tiempo no me lo permite y la disciplina profesional, tampoco.

No quiero sonar arrogante pero tú cuando vas a pedir una cita al psicólogo o al taller mecánico no les cuentas tu vida ni les pides más pormenores que los necesarios.

Hay historias para no dormir, desde los que te escriben cartapacios de veinte páginas sobre su vida y obra, dominantes que quieren dominarme porque ellos lo valen, gente irrespetuosa y otros que solo quieren que les cuente mis prácticas erótica y pormenorizadamente… mira chico, no, este no es ese tipo de servicio. Vienes y lo ves en directo, no te voy a responder a un «qué me harías», porque eso es tu material masturbatorio y para ello está PornHub. O incluso Dominación y Fetichismo: entra, que tenemos de todo y te harás una idea.

Este post ha servido más que para exponer una queja, para desahogarme y volver a pedir, cómo no, y siempre, respeto. Para mis compañeras, compañeros y para mí, como trabajadores de un servicio y que tienen mucho que hacer en su día a día.

Cortesía, profesionalidad y respeto, eso siempre lo encontraréis. Por favor, revisad antes de enviarnos un mensaje. Y sino, usaremos la política habitual. Si lo que quieres es hablar, eso cuenta como servicio: haz un ingreso y hablaremos, pero siempre te diré que a mis pies es donde debes estar, no al otro lado de un teléfono móvil.

Publicado por Domina Ghalia

Domina Ghalia es una dominante profesional que, a cambio del tributo adecuado, puede hacer realidad tus fantasías de sumisión. Normas de la Mazmorra: No Sexo Convencional. No Desnudos.

Una respuesta a «Pesados que van y vienen»

  1. Buenas noches Domina Ghalia. Soy José Luis Iglesias que nos conoceremos en Madrid en el mes de Agosto. Por la parte que me toca le pido perdón a usted Domina Ghalia y a todo su equipo por molestarla por via WhatsApp, correo, etc…. yo por el simple hecho de hacerle una reserva anticipada y no me dá derecho a que me atienda cada vez que quiera hay más gente a su alrededor de usted. Y con respecto al concepto «Crea tu fantasía» no me dá ningún derecho por abonar el servicio de preguntarle quien ha sido la persona afectada eso es información privada. Le ruego que me perdone no ha sido mi intención molestarla yo la respeto a usted y a todo su equipo de trabajo. Espero que me acepte mis disculpas no volverá a ocurrir yo la respeto y se lo voy a demostrar el día que nos conozcamos. Sin más que tengas una buena noche.

Los comentarios están cerrados.