Es una cuestión, no os creáis, que me pregunta bastante, tanto a mí como a mi mayordomo, ya que entre otras cosas da clases para parejas novatas. Me han solicitado cursos y consejos; algunos de esos cursos se han hecho en mi anterior mazmorra (estamos en proceso de cambio a mejor) muy enfocados a parejas con necesidades particulares, que es la mejor manera de enfocarlo: adaptándose a cada caso.
Pero vamos a dar una serie de consejos para iniciarse en el BDSM en pareja y poder empezar a disfrutar este mundo.
Olvida a 50 sombras tóxicas de Grey
Eso NO es BDSM, es un abusador y un controlador. Olvida que esa obra y solo aprende lo que es de verdad el BDSM.
Bondage, dominación, disciplina, sumisión, sadismo y masoquismo.
Iniciarse en el BDSM no es tener que dominar de entrada todo eso. Es más, es posible que por vuestro caso particular, por ejemplo, no seáis ni sádicos (excitación sexual al provocar dolor) ni masoquista (excitación sexual por la humillación y el dolor). Puede que no estéis interesados en el Bondage y que solo queráis centraros en la parte de la Disciplina y la sumisión.
Ahí va el consejo: aprended de lo que os interese.
Si queréis iniciarlos en el shibari (el bondage japonés), pues adelante. Si queréis hacer más énfasis en la parte de la sumisión y la disciplina, pues adelante. No os agobiéis, el BDSM es una cuestión de aprendizaje progresivo. Todo se perfecciona y todo se aprende.
Iniciación
Para iniciaros como pareja lo más importante es que tengáis bien sabido qué es lo que queréis del BDSM, qué os interesa, a dónde queréis llegar. ¿Se trata de FemDom? ¿Es Disciplina inglesa? ¿Hay un solo dominante o sois switch, pudiendo alternar papeles?
¿Qué es lo que queréis? Entrenar a la parte sumisa, experimentar los límites del placer y el dolor, humillación, la obediencia y el deseo, darle una lección a ese/esa «brat» (sumiso/a rebelde), avanzar hacia una relación profunda de dominación/sumisión…
Hay mucho que se puede hacer.
Para los principios siempre está bien no abarcar mucho, ni empezar con protocolos rígidos sino ver cómo evoluciona, qué es lo que surge de forma natural.
No tengáis miedo
Sobre todo no tengáis miedo de decir en voz alta lo que queréis, lo que os gustaría. El BDSM no es solo sexo, no es solo «una forma complicada de echar un polvo», como dijo una domina que conozco. Es un proceso, un compendio de prácticas que van más allá del sexo y que nos ayudan a realizarnos de cierta forma. Así que hablad, hablad mucho, tenedlo claro y no tengáis miedo de parar la sesión si algo no os gusta. Quizás no sea el momento.
No esperéis que al sumiso o sumisa le surja de forma natural ponerse de rodillas o llamaros «Ama», «Señor» o «Diosa». Tiene que nacer de forma natural y esa es la mejor parte, que aparezca.

Estructurar la sesión
Al principio es normal pensar que no sabéis por dónde empezar, ni dom ni sumiso, así que disponed el tiempo que va a durar la sesión, qué es lo que queréis hacer en ella y qué elementos van a intervenir. Tened siempre en cuenta que habrá un inicio, que es como el calentamiento: no está bien empezar a saco azotando un culo de golpe. Se empieza por lo sencillo, por «entrar en la mentalidad», y poco a poco que la sesión os conduzca a los siguientes momentos, teniendo en cuenta que tras el inicio viene el clímax, la parte más intensa de la sesión, en la que puede haber sexo o no, más o menos dolor… va en función de vuestra dinámica. Y por fin el final, en el que poco a poco se dirige a la parte sumisa hasta el estado de normalidad, sobre todo teniendo en cuenta si ha habido o no subespace, que necesitará de una salida más guiada y cuidadosa.
Hay mucho más sobre cómo organizar la sesión en este post.
Aftercare
El aftercare es importante porque es un momento de gran vulnerabilidad, donde se desatan las emociones y las sensaciones tras la sesión y se produce un gran intimidad. Es el momento de dejarse llevar, cuidarse mutuamente, de hablar o no, no siempre es necesario. Pero sí atender las consecuencias físicas de una sesión como las abrasiones, las partes que queden más sensibilizadas, usar algún gel cicatrizante para aliviar la piel.
Tras la sesión
No tiene que ser inmediatamente pero lo recomendable es hablar de lo que se ha sentido, qué más se puede hacer, qué se quiere experimentar o probar y hacer análisis. Y desde ahí, poder seguir creciendo, que es lo fundamental.
Bueno, aquí tenéis unos cuantos consejos, podéis preguntar también en los comentarios.