by Steward Metatron
Vaya por delante que lo que voy a escribir a continuación es un culo, o sea, una opinión personal. Las opiniones son como los culos, todos tenemos uno y todos apestan. Hecho el disclaimer allá vamos.
Me he tropezado con un artículo en El Confidencial que habla sobre la validez legal de los contratos de sumisión en el BDSM, explicando un caso en el que el dom se pasó de la raya al publicar fotos de su sumisa que, además, se viralizaron.
Cuando acabó la relación y ella lo denunció, él adujo que el contrato de sumisión le permitía hacerlo y que además lo ponía explicitamente en un aparato, y que estaba firmado por ella. La Asociación Española de Protección de Datos ha emitido una resolución por la que afirma que esa firma no tiene ninguna validez ya que va en contra del derecho fundamental de la Dignidad Personal, derecho inherente y al que no puedes renunciar, te pongas como te pongas, te arrastres por donde te arrastres.
Y no vengo a discutir eso. Si ella considera que el dom se ha pasado y ha reaccionado en consecuencia es cosa a dirimir entre ambas partes. Lo que me ha llamado la atención es que alguien se haya creído, por algún momento, que un contrato de sumisión tiene validez legal. Confesémoslo, en un contrato de este tipo, y yo he firmado algunos como dom, se explicitan cosas bastante fuertes, pero siempre lo he considerado una mezcla de guía, compromiso, un espacio donde se acuerdan las cláusulas de lo que es la relación D/s. No un permiso para atropellar con un tractor a la sumi o de colgarla en la plaza pública porque así la expongo como sumisa que es y blablabla. Al menos yo no lo entiendo así.

De nuevo, siendo mi opinión, lo primero que tienes que respetar en una relación D/s es la tremenda confianza que la sumisa pone en ti. Pero esa confianza puede retirarse, verse defraudada y, cuando las relaciones se acaban, porque lo hacen, hay que ser muy consecuente con todo lo que se ha hecho y rectificar lo posible que pueda afectarnos, por más que haya un contrato de por medio.
Además del respeto por esa confianza. Que te firmen un contrato de D/s no es tener venia para pasarle por encima un cortacésped, es una forma de confianza y de exponer unos parámetros que enmarcan la relación. Muchas veces es excitante leerlo, la parte de ceder todo poder (porque de eso va, del intercambio total o parcial de poder), las prácticas, la forma en que la sumisa se desarma y te deja toda la responsabilidad y se ella misma se deja en tus manos. Sí, es excitante, pero sigue siendo una persona. A mí eso me da un tremendo respeto.
Como digo quizás algunos no lo entendáis así, otros pensarán que les da permiso para hacer lo que les de la santa gana, pero yo no lo entiendo de esa forma.
Y solo quería venir a comentarlo. Respeto. Y ya. Porque usar un contrato firmado entre dos personas, que no es legal ni vinculante más allá de los términos de la relación para aprovecharse y dar rienda suelta a los más bajos instintos, incluso extorsionando, es de ser un jodido miserable.