Cualquiera diría que sabe la respuesta, que es capaz de decir «pues estar al otro lado del látigo, fusta o pala» cuando hablamos de «cuál es el papel de una mistress BDSM en sesión.
Pero es un poco más complejo que eso, va más allá. Porque el papel de una mistress BDSM no es repartir fustazos. Bueno, no sólo es repartir fustazos. A veces ni los repartirá. ¿Por qué? Porque va mucho, mucho más allá. Vamos a enumerar unas cuántas cosas de lo que una Mistress BDSM puede hacer e incluso debe hacer.
Conexión empática
Debe saber, mediante el ejercicio de la empatía, qué necesita el sumiso que acude a sus pies. Una mistress BDSM profesional debe ser capaz de trascender las palabras, y averiguar de forma clara más lo que necesita que quiere. No siempre está clara esa distinción.
El sumiso puede decir que quiere que le pise la cara. La mistress profesional sabe que lo que necesita realmente es humillación.

Habilidad
La experiencia es un grado y conocer la anatomía humana es muy útil. Pero dentro de esa habilidad estudiada también está el hecho de conocer, de saber leer el cuerpo. Los sumisos y sumisas no siempre saben lo que están sintiendo. O que son más sensibles, por ejemplo en un lado del cuerpo que en otro. Que el spanking que tanto desean en realidad les puede suponer algo más duro de lo que pueden soportar, pero que un castigo en los pezones les puede estimular más de lo que son capaces de imaginar.
La habilidad también juega un papel importante para poder ser capaz de estimular el cuerpo, de azotar sin dejar marca, de lanzar el golpe o el insulto perfecto donde no se lo espera el sumiso.
Crear un ambiente
La mistress también debe tener la capacidad de crear un ambiente. No hace falta una mazmorra para crear una atmósfera de dominación. Su mera presencia, una palabra, un gesto, deben ser capaces de hacer que el sumiso o sumisa se claven en el suelo de rodillas. Una simple inspiración cargada de expectación, desdén, poder y proyección usado de forma adecuada puede imponer esa atmósfera de deseo y necesidad.
Estos son solo tres puntos. Hay más cosas que podríamos enumerar.
¿Cuáles se os ocurren? Os leo.
Control de tiempos y de los picos de éxtasis (físico y mental).
Que la Domina tenga la capacidad de ir in crescendo, manteniendo la tensión del sumiso en todo momento. Midiendo las pausas, y los cambios en las prácticas.
• Capacidad inventiva y de improvisación.
Que aunque la domina domine varios «guiones» y registros,además tenga la capacidad de seguir creando nuevas historias, y de reaccionar frente a comportamientos del sumiso improvisando sobre la marcha.
• Ofrecer una experiencia inmersiva lo más «real» posible.
Que la domina consiga de la forma más natural posible, que el sumiso pueda experimentar su fantasía y sentir que la esta viviendo verdaderamente. En este punto un espacio casero, puede ser usado a favor de la domina para conseguir una cercanía y cotidianeidad que no le da una mazmorra. Puede potenciar en el sumiso el morbo de, por ejemplo, estar con su «exnovia» que le humilla en el salon, o del pegging de pie frente al espejo del lavabo o una ventana etc..