Es muy habitual que cuando se empieza en el BDSM muchas parejas o personas que se dediquen a disfrutar de este mundillo tan interesante se empiecen centrando en la dimensión sexual y física que tiene, puesto que es inmediata, gratificante y fácil para el acercamiento.

Lo que suele quedar un poco más atrás o mucha gente no le presta tanta atención es a la dimensión mental, y dentro de esta a la llamada MentalDom, o dominación mental.

Vamos a separarla en dos partes, por una parte la dimensión mental de la dominación y por otra el MentalDom.

La dimensión mental

Con esto nos referimos a que una sesión y relación BDSM tiene dos partes, la física y la mental.

La física implica todo lo que va desde los castigos y sensaciones a las relaciones sexuales en el marco de una sesión o relación en el marco del BDSM.

La mental implica todo lo que ocurre en la psique de los dos, dominante y sumiso, durante esta y a veces antes y después, como por ejemplo la depresión post sesión y los aftercares. Y es que cuando se domina a alguien, esa dominación pasa factura, se producen procesos mentales nuevos, las personas aprenden cosas sobre sí mismas.
Otro aspecto importante es el subspace, ese momento donde la mente del sumiso queda atrás y solo siente. Hay que cuidar al sumiso en ese punto para que su mente no sufra, tanto en la ida como en la venida. Quizás otro día escriba algo más de cómo tratar una mente en ese momento de evasión.

El MentalDom

Esto se refiere a una serie de prácticas de condicionamiento mental, psicología y sugestión donde el dominante toma posesión de la mente del sumiso, donde, a base de conocerlo, puede activarle procesos distintos, sugestionarlo de tal modo que puede hacerle una sesión incluso en un lugar público sin que se note.

Bien utilizada pone al sumiso en el mood de sumisión inmediata. Puede generar orgasmos sin necesidad de contacto físico, así como sensaciones corporales.

Pero todo esto lleva tiempo, práctica y mucha conexión entre ambas partes para que se produzca adecuadamente, de tal forma que con el tiempo, una sola palabras susurrada, una orden, pueda ser un inicio de algo, una parte más de la dominación, profunda y muy compleja.

Una sesión que englobe tanto dominación física como MentalDom es potente y muy interesante de llevar a cabo.

Si os interesa más este tema, decídmelo y hablaremos de ello en próximos post.

2 respuestas a «La dimensión mental del BDSM. MentalDom»

  1. Muy interesante la parte mental del BDSM,me alegro de que la haya mencionado y seria interesante segir profundizando en ella si es posible

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