Esto es algo que he ido observando. Obviamente no es el nombre que debería tener pero sí es una tendencia que, en mis años en el BDSM me he ido dado cuenta para con mis sumisos.

La gran mayoría se califican como heterosexuales, y yo no voy (ni soy quién) a cuestionar eso. La cuestión es que muchos de ellos me piden rabo. Polla. Dildos. No solo sodomía, cosa que me encanta hacerles con mis queridos pollones, los dildos que podéis ver en los videos de Dominación y Fetichismo especializados en sodomización. No. Lo que muchos me piden es tener esas pollas, reales o sucedáneas (que ya os digo que para muchos son «reales», leed, sino algunos de los testimonios de este blog), en la sesión para adorarlas, chuparlas, para ser humillados comparándolas, para que les revienten bien por detrás, para sentirse menos o para disfrutarlas.

Y aunque eso podría llamarse bisexualidad, ya os digo que la mayoría no se considera en tal opción, ya que en su vida vainilla ni lo piensan. Pero es entrar en sesión y necesitar esos rabos a su alrededor.

Algunos solo los quieren para adorarlos o ser humillados, otros me piden la sodomización, y otros verlos en acción y excitarse siendo cornudos.

Yo, personalmente, considero que la sexualidad no es «estanca», no es aislada, y que en muchos casos las sesiones son «excusas» para poder optar a eso que les gusta y no está en su opción diaria, ni se lo pueden permitir, sus parejas no lo entenderían o simplemente, ni lo consideran. Es solo en la libertad que proporciona una mazmorra, una sesión, cuando se sienten lo bastante sueltos y dispuestos, sinceros consigo mismos, como para pedir rabo, desatar esa «rabofilia», a veces a niveles extremos y con la sesión en torno a ello.

Y qué queréis que os diga: si esa es vuestra opción, si eso os hace sentir bien, yo, encantada de daros todo el rabo que necesitéis y haceros mis putitas. Vuestros culos serán míos y vais a saber lo que es un buen rabo a disposición del sumiso que se lo gane.

Publicado por Domina Ghalia

Domina Ghalia es una dominante profesional que, a cambio del tributo adecuado, puede hacer realidad tus fantasías de sumisión. Normas de la Mazmorra: No Sexo Convencional. No Desnudos.

Una respuesta a «Rabofilia»

  1. Querida Domina Ghalia:
    Es una de mis mayores fantasías. Soy heterosexual, no tengo ningún interés en hacerme bi, no me excitan los hombres pero es ver a una mujer con un strapon puesto y me vuelvo loco. Creo que es una de las mayores expresiones de poder femenino que hay. Y si lo acompañamos con unas botas de tacón, unos guantes y un «outfit» adecuado… Ufff. Además dicen que el punto P de los hombres es muy placentero, ¿no? Y si sumamos el morbo de «lo prohibido» tenemos un combo sumamente excitante.
    Siempre a Sus pies

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