Muchas personas que desconocen el mundo del BDSM concurren en el error de juicio (que, para mí, el primer error es enjuiciar, porque nadie es alguien para hacerlo, si no te han dado vela, y aun así…) de pensar que las dominas siempre somos dominas, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, además de con nuestras parejas cuando las tenemos.

Ya hablé de esto en muchas ocasiones, y hay veces que, mira no. Somos personas y tenemos nuestras necesidades, y estar sobre las plataformas con pinchos de veinte centímetros para todo, como para ir al Mercadona o a pagar los impuestos. Pero esto concurre también en lo que se refiere a la vida sexual.

Todas (y todos) tenemos nuestras preferencias, y el BDSM está ligado a la vida sexual de una persona, pero no por eso quiere decir que todos, todos nuestros encuentros sexuales tengan que estar focalizados en el BDSM. Podemos tener sexo vainilla, sexo kink, sexo más o menos fuerte, intenso. A lo mejor se nos apetece un rapidillo o no estar continuamente preguntando «quién manda aquí». Porque hay momentos y momentos.

El BDSM siempre digo que se tiene que practicar con tiempo, con interés por ambas partes, con ganas. Puedes hacerlo surgir durante un encuentro sexual más «tradicional», pero porque te apetece, porque OS apetece.

Conozco personas para las que el sexo debe pasar por el espectro del BDSM para que sea totalmente satisfactorio. En una conversación con una sumisa durante una fiesta me confesó que solo llegaba al orgasmo si estaba en su papel sumiso y que el sexo vainilla no le provocaba ningún interés. Necesitaba del BDSM. Y esto, que en realidad tiene una explicación pero no la voy a hacer constar aquí, porque, entre otras cosas, esa parte me la contó en confidencia, no está tampoco mal si lo ha encontrado como una forma de realización sexual personal y siempre es consensuado, seguido y deseado por todas las partes implicadas.

Lo dicho: no hay por qué meterlo todo en el mismo saco. Puedes tener buen sexo fuera del BDSM y dentro de él, pero hazlo siempre como te apetezca. E incluso lo puedes combinar si te apetece como quien se pone lencería para sentirse deseada, quien desea que su mujer le haga un anal porque le pone a cien o quien necesita que le tiren del pelo y un par de bofetadas para sentir un sexo más primal y visceral que le produzca mejores orgasmos.

Publicado por Domina Ghalia

Domina Ghalia es una dominante profesional que, a cambio del tributo adecuado, puede hacer realidad tus fantasías de sumisión. Normas de la Mazmorra: No Sexo Convencional. No Desnudos.